Publicado en Spain - Entretenimiento y Ocio - 27 May 2024 07:30 - 3
Entrevista con Don Rigor Mortis, Mortadelo se equivoca y se sienta en el aire en una especie de silla invisible mientras que el famoso empresario permanece flotando en el aire con las piernas cruzadas
Mortadelo: Buenas tardes Don Rigor, es un placer tenerle aquí, director de la funeraria Fiambres Enterrados Felices.
Don Rigor: Buenas tardes, es un honor para mí estar aquí presente con usted, señor Mortadelo.
Mortadelo: Usted lleva años y años trabajando para la funeraria. ¿Qué es lo que le trajo a este empleo tan increíble?
Don Rigor: Bueno, yo pienso en la pasta, y la gente siempre muere. Dinero infinito. Ya puede decirnos la presidenta que tenemos una crisis económica, que a mí me la suda. Es más, cuando hay crisis, la demanda funeraria aumenta.
Mortadelo: Mmh, interesante. ¿Y cómo es que la demanda aumenta en momentos de crisis?
Don Rigor: Pues ya sabes, la gente se muere de hambre y en las guerras. Qué curioso, ¿eh?
Mortadelo: Ajá, sí, ajá.
Don Rigor: Ajá.
Mortadelo: ¿Y cómo es el empleo?
Don Rigor: Muy sencillo, los muertos se portan bastante bien.
Mortadelo: Eso es porque usted hace un excelente servicio.
Don Rigor: (levantando el dedo índice) Jamás hemos recibido ni una queja o una mala reseña.
Mortadelo: ¿Ustedes tienen servicio a domicilio?
Don Rigor: Efectivamente, caballero, nosotros recogemos el muerto donde usted me diga.
Mortadelo: ¿Incluso fuera del territorio nacional?
Don Rigor: Ahí... esos fiambres ya están en otra jurisdicción, pero oye, ojalá.
Mortadelo: ¿Cuándo fue el mejor momento de la historia de su empresa?
Don Rigor: El momento más feliz fue cuando Varo le declaró la guerra a España, en esos momentos me froté las manos.
Mortadelo: Vaya...
Don Rigor: Tanto así que hice una inversión bastante grande donando armas a la guerra. Ya sabe, más dinero en armas, más guerra, más fiambres para mi empresa.
Mortadelo: Sin duda usted es un empresario ejemplar y digno de admiración.
Don Rigor: Por algo me van a dar el premio Nobel de economía y de la paz la semana que viene.
Mortadelo: Vaya... ¿Puedo asistir a la ceremonia?
Don Rigor: No.
Mortadelo: Vale.
Don Rigor: Ni se te ocurra venir o serás un fiambre infeliz.
Mortadelo: Vale. Pero al menos me dará usted la PlayStation 2 que anuncia por contratar su empresa, ¿no?
Don Rigor: Se me han agotado, solo nos quedan Game Boy Color.
Mortadelo: Bueno, al menos pasaré la eternidad jugando al Pokémon Pikachu.
Don Rigor: Las pilas van por separado y ya te las compras tú una vez enterrado.
Mortadelo: Ah... vale.
Don Rigor: Y no olvides traer tus propias baterías recargables, que aquí los enchufes son eternos... pero no gratis.
Mortadelo: ¡Ah, qué bien! Así aprovecho y cargo mi móvil. ¿Hay WiFi en el cementerio?
Don Rigor: ¡Claro! Aunque la señal es tan mala que hasta los fantasmas se quejan.
Mortadelo: Perfecto, justo como en mi casa. ¡Hasta la próxima, Don Rigor!
Don Rigor: ¡Hasta la próxima, Mortadelo! Y recuerda, aquí siempre hay espacio para un cliente más.
Mortadelo: Buenas tardes Don Rigor, es un placer tenerle aquí, director de la funeraria Fiambres Enterrados Felices.
Don Rigor: Buenas tardes, es un honor para mí estar aquí presente con usted, señor Mortadelo.
Mortadelo: Usted lleva años y años trabajando para la funeraria. ¿Qué es lo que le trajo a este empleo tan increíble?
Don Rigor: Bueno, yo pienso en la pasta, y la gente siempre muere. Dinero infinito. Ya puede decirnos la presidenta que tenemos una crisis económica, que a mí me la suda. Es más, cuando hay crisis, la demanda funeraria aumenta.
Mortadelo: Mmh, interesante. ¿Y cómo es que la demanda aumenta en momentos de crisis?
Don Rigor: Pues ya sabes, la gente se muere de hambre y en las guerras. Qué curioso, ¿eh?
Mortadelo: Ajá, sí, ajá.
Don Rigor: Ajá.
Mortadelo: ¿Y cómo es el empleo?
Don Rigor: Muy sencillo, los muertos se portan bastante bien.
Mortadelo: Eso es porque usted hace un excelente servicio.
Don Rigor: (levantando el dedo índice) Jamás hemos recibido ni una queja o una mala reseña.
Mortadelo: ¿Ustedes tienen servicio a domicilio?
Don Rigor: Efectivamente, caballero, nosotros recogemos el muerto donde usted me diga.
Mortadelo: ¿Incluso fuera del territorio nacional?
Don Rigor: Ahí... esos fiambres ya están en otra jurisdicción, pero oye, ojalá.
Mortadelo: ¿Cuándo fue el mejor momento de la historia de su empresa?
Don Rigor: El momento más feliz fue cuando Varo le declaró la guerra a España, en esos momentos me froté las manos.
Mortadelo: Vaya...
Don Rigor: Tanto así que hice una inversión bastante grande donando armas a la guerra. Ya sabe, más dinero en armas, más guerra, más fiambres para mi empresa.
Mortadelo: Sin duda usted es un empresario ejemplar y digno de admiración.
Don Rigor: Por algo me van a dar el premio Nobel de economía y de la paz la semana que viene.
Mortadelo: Vaya... ¿Puedo asistir a la ceremonia?
Don Rigor: No.
Mortadelo: Vale.
Don Rigor: Ni se te ocurra venir o serás un fiambre infeliz.
Mortadelo: Vale. Pero al menos me dará usted la PlayStation 2 que anuncia por contratar su empresa, ¿no?
Don Rigor: Se me han agotado, solo nos quedan Game Boy Color.
Mortadelo: Bueno, al menos pasaré la eternidad jugando al Pokémon Pikachu.
Don Rigor: Las pilas van por separado y ya te las compras tú una vez enterrado.
Mortadelo: Ah... vale.
Don Rigor: Y no olvides traer tus propias baterías recargables, que aquí los enchufes son eternos... pero no gratis.
Mortadelo: ¡Ah, qué bien! Así aprovecho y cargo mi móvil. ¿Hay WiFi en el cementerio?
Don Rigor: ¡Claro! Aunque la señal es tan mala que hasta los fantasmas se quejan.
Mortadelo: Perfecto, justo como en mi casa. ¡Hasta la próxima, Don Rigor!
Don Rigor: ¡Hasta la próxima, Mortadelo! Y recuerda, aquí siempre hay espacio para un cliente más.
Endosar
Comentarios (3)
Yo como empresario, tengo servicio a domicilio. Entre a mi perfil y solicíteme su pedido xDD
Para todo lo demás, ir al mercado, pagar los impuestos y el precio actual de las cosas
@NohTrim si no fuera por ustedes ¿dónde nos enterrarían?
Somos semillas, nos enterraran pero resurgiremos de la tierra y el ciclo nunca parara