Se preparan con un duro entrenamiento y realizan prácticas especiales para hacerse insensibles a la muerte. Fueron los autores de la destrucción de 75 instalaciones militares y 11 aeródromos en el actual conflicto contra Ucrania y la OTAN.

Rusia continúa con su invasión a Ucrania, donde las muertes y los graves destrozos son notorios. Y en esta cuestión hay un actor fundamental: los Spetsnaz, las temibles fuerzas especiales rusas que realizan ataques precisos de manera sigilosa.
De hecho, 10 horas después que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunciara el inicio de una operación militar en el territorio ucraniano, los Spetsnaz fueron los autores de la destrucción de 75 instalaciones militares y 11 aeródromos.

El nivel de peligrosidad de estas fuerzas de Rusia, también conocidos como los “soldados de acero” superarían a los Navy Seal de Estados Unidos, tanto en la cuestión técnica y en sus armamentos.

Los integrantes de los Spetsnaz –entre 400 y 500 aproximadamente- se destacan por ser especialistas en el combate urbano y cuerpo a cuerpo. Tienen un amplio conocimiento del manejo de explosivos y de francotiradores.

Para participar a esta fuerza especial hay que atravesar un duro entrenamiento, similar a los mejores de la Policía, el Ejército, la Marina o las brigadas aerotransportadas. Deben pasar estrictos exámenes físicos y tienen un modo particular de practicar: usan cadáveres para perder la sensibilidad a la muerte.

Los Spetsnaz tuvieron su origen a finales de la Segunda Guerra Mundial luego que el ejército ruso creara una brigada especial, la cual estaba bajo la órbita de la agencia de inteligencia. En 1953, cuando murió Josef Stalin, fue controlada por el ejército rojo.