Published in Spain - Social interactions and entertainment - 22 May 2024 04:21 - 0
En un pueblo valenciano,
vivía un señor, Raúl llamado,
que feo era el hijo de puta,
un día, se fue de fiesta,
y a la mañana siguiente estaba con un teniente,
le habían detenido,
no por al pueblo haber venido,
tampoco por el alcohol bebido,
sino más bien porque con Godzilla le han confundido.
Era, era, era, era, que ya no es,
era tan feo que cuando fue de viaje a Bulgaria
no le dejaron entrar,
a los niños temían que él pudiera asustar.
No es que sea criminal,
no es que le guste hacer el mal,
pero con esa cara, menudo historial.
Raúl, al espejo temía mirar,
no quería su reflejo asustar,
una vez un espejo rompió,
y siete años de mala suerte ganó.
Que feo era el hijo de puta,
Una noche, en la plaza central,
quiso bailar un vals magistral,
pero cuando giró con elegancia,
el público gritó con sustancia,
"¡UN MONO EN LA PISTA, qué fatal!"
vivía un señor, Raúl llamado,
que feo era el hijo de puta,
un día, se fue de fiesta,
y a la mañana siguiente estaba con un teniente,
le habían detenido,
no por al pueblo haber venido,
tampoco por el alcohol bebido,
sino más bien porque con Godzilla le han confundido.
Era, era, era, era, que ya no es,
era tan feo que cuando fue de viaje a Bulgaria
no le dejaron entrar,
a los niños temían que él pudiera asustar.
No es que sea criminal,
no es que le guste hacer el mal,
pero con esa cara, menudo historial.
Raúl, al espejo temía mirar,
no quería su reflejo asustar,
una vez un espejo rompió,
y siete años de mala suerte ganó.
Que feo era el hijo de puta,
Una noche, en la plaza central,
quiso bailar un vals magistral,
pero cuando giró con elegancia,
el público gritó con sustancia,
"¡UN MONO EN LA PISTA, qué fatal!"
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